martes, 13 de septiembre de 2011

El día que fuimos libres

El día que fuimos libres, nadie se volvió a mirar cómo se entrelazaban nuestras manos, nadie dirigió sus ojos primero a mí, luego a ti, de nuevo a mí…

El día que fuimos libres, no vimos banderas, ni distintivos, ni desfiles grotescos, ni guetos. No hubo que esconderse en un barrio o un bar determinado para poder comerte a besos sin sentir las incómodas miradas acusadoras…

El día que fuimos libres, no fue necesario decir que tú y yo sumamos sólo uno, que dormimos bajo las mismas sábanas, que nos amparamos bajo el mismo cielo que los demás...

El día que fuimos libres, recuerdo que no hizo falta discutir sobre la “normalidad”, la paternidad o la maternidad, el matrimonio o la unión... sólo se habló de personas con sentimientos, con ilusión, con necesidad como las demás de formar una familia…

El día que fuimos libres… ese día, mi amor, aún está por llegar…