domingo, 18 de julio de 2010

FELICIDAD TRANSPORTABLE

Respiraba ese aire gris oscuro del desasosiego de quien no encuentra la paz en ningún sitio en que se encuentre.
Se deshacía de todo lo prescindible para poder tan sólo tomar una bocanada de oxígeno puro e inexistente. A menudo, detenía su marcha para recobrar el aliento que nunca había tenido y que tanto anhelaba tener. Y la única cosa que conseguía era continuar sintiendo aquel peso sobre su pecho, una presión que nunca aflojaba y que poco a poco se iba adueñando del poco aire que llegaba a sus pulmones.

Sus cabellos se habían tornado blancos en tan poco tiempo que casi le parecía que había sucedido de un día para otro. Cuando se miraba al espejo no se reconocía en la desgastada imagen que éste le devolvía. Ajada la mirada, triste, sombría… olvidados los labios de sonreír, con aquella mueca permanente de dolor y de pesar que creyó imborrable, como tantos recuerdos olvidados…

Su lento caminar decía más del peso que del paso de los años, que aunque eran bastantes los que
cargaba a sus espaldas, se dejaba sentir más la punzada de lo mucho que pesaban sobre sus cansados huesos. Y su voz… su voz se había convertido en un hilillo apenas perceptible que revoloteaba unos monótonos instantes sobre los oídos ajenos, sin detenerse en ellos más de un segundo.

Pero algo había de suceder, algo inesperado y extraño, algo que haría que se congelase el tiempo en su reloj, que cambiaría su vida para siempre, que invertiría su pulso. Y sucedió, sin más. Una calurosa tarde de verano, la vio pasar por delante de su puerta entreabierta.

Y respiró aire de color de aire, con olor a aire y con sabor a la pureza del agua de manantial. Se volvió negro azabache su pelo blanco, cruzó sus ojos un rayo de esperanza, se dibujó sobre sus labios una sonrisa del color de las cerezas… Se irguió su caminar, sonó dulce y melódica su voz, quedando su eco prendido en los corazones de quienes la escucharon.

Sin querer hacerlo; sin querer quererlo… se llenaron sus venas de felicidad transportable.